Hoy me preguntaron....

¿Todas las personas engañan? 

La verdad elaborar una respuesta de este tipo me resultó demasiado fácil, pues me ha tocado conocer la naturaleza humana y enfrentarme a la oscuridad de sus constantes cambios...

El ser humano es infiel por naturaleza según nuestro pensamiento reptiliano, sin embargo, si mezclamos nuestra cultura,  nuestro sistema de valores y nuestra construcción moral podemos decir que políticamente es incorrecto engañar a la pareja sobre todo en nuestra cultura occidental, donde la poligamia es ilegal, el poliamor es una forma de vida para muy pocas personas que a su vez no estamos listos para esa expresión comportamental de la sexualidad sobre todo en la región en la que habitamos.

En una cultura monógama el engaño altera nuestra psique, es un golpe duro a nuestra autoestima y a nuestras emociones, entendiéndose que el engaño afecta a nuestra salud mental, ya situándonos en materia de derechos humanos la infidelidad  es un ejercicio de violencia en contra de la pareja.

¿Se dan cuanta del tiempo que invertimos en una persona? Para agradarles, para conocerle, saber más de su existencia y así lograr enamorarnos, buscamos que nos acepten y correspondan de la misma manera. Nos comprometemos demasiado, nos arriesgamos demasiado. Pero también manipulamos, es casi por instinto.

Entonces todo eso ¿Para qué? 

El amor llena los vacíos, pero acumular cuerpos compulsiva mente no, el amor no se busca obsesivamente desde el otro cuerpo, es algo que se tiene interiormente, que conociéndolo se transforma...

Enamorarse no esta mal, engañar a alguien para fines personales es lo que debemos de dejar  de hacer, no se puede tener una vida donde solo se apilan y utilizan cuerpos, dejando piltrafas emocionales por la vida. 

Causa y efecto. Pero...¿Todas las personas engañan? 

Sepan que me enganche, sepan que no pude evitar el dolor, este proceso de dark side es tan fuerte que cuando más tranquila y apacible estoy regresa a recordarme que necesito más conocer mi humanidad para lograr perdonarme a mi misma y a las personas que les he permitido lastimarme.

Las personas no venimos al mundo con un manual de cómo relacionarnos ni con un manual de comunicación efectiva, ahí andamos solo por la vida experimentando y observando que funciona bien o qué de plano no funciona ...o haciendo caso de las recomendaciones que igual pueden o no funcionar porque no hay una sola mente igual a otra, ni un corazón igual de brillante y enérgico que otro.

Me he cuestionado una y otra vez con mi recurrente y obsesivo pensamiento...¿Cuando se irá de una vez por todas este dolor?

No tengo una pieza exacta de corazón, me estoy construyendo de los pedazos rotos que me dejó el creer y confiar en las personas.

Por supuesto este dolor del alma sanará de poco a mayor nivel...mientras déjenme navegar en esta experiencia que estoy cansada de los juicios.